A orillas del río Moldava, en pleno corazón de la región de Bohemia y prácticamente en el centro de Europa, se encuentra la ciudad de Praga, la capital de la República Checa. Escondida a los ojos del occidental durante gran parte del siglo XX, Praga presume de ser una de las ciudades con más encanto del mundo. Pasear bajo los edificios de la plaza de la ciudad vieja, cruzar el puente de Carlos al atardecer o perderse por las calles de Mala Strana, a los pies del castillo, nos traslada a la Edad Media, en una experiencia única, sin olvidarse de disfrutar de la magnífica cerveza checa en alguna de sus tradicionales tabernas. Estas fotos fueron tomadas en el año 2010, durante otra primavera de Praga.
 
La iglesia de Nuestra Señora de Týn en la Plaza de la Ciudad Vieja
El Castillo de Praga desde el río Moldava
Tranvía en Malá Strana
El Castillo de Praga desde el Puente de Carlos
El Reloj Astronómico del Ayuntamiento de Praga
La Plaza de la Ciudad Vieja
Tejados en el barrio de Malá Strana
El Puente de Carlos al amanecer
Tranvía en Malá Strana
El Castillo de Praga desde el río Moldava
Amanece en el Puente de Carlos
El Puente de Carlos y el Castillo al atardecer
La iglesia de Nuestra Señora de Týn desde la Plaza de la Ciudad Vieja
El Castillo de Praga desde el Moldava
Guardas en el Castillo de Praga
El Castillo de Parga y el río Moldava
En un mercado callejero
El Puente de Carlos sobre el río Moldava
Vista desde la Torre del puente de Carlos, en el extremo de la Ciudad Vieja
Iglesia de Nuestra Señora de Týn
La Plaza de la Ciudad Vieja
Cementerio judio de Praga
Puente de Carlos al amanecer

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