Situadas en pleno centro de los Pirineos, a 2.500 metros de altura bajo el Pico de Liena, en Bielsa, las antiguas minas de Parzán son uno de esos sitios cuya visita, si se puede entrar en su interior, no se olvida fácilmente, por la espectacularidad del entorno y la capacidad del ser humano de extraer recursos minerales en los sitios más insospechados. Las minas de Parzán horadan de lado a lado la Sierra de Liena, siguiendo un filón donde se benefició principalmente Galena argentífera (mena de Plomo, Plata y Zinc). Las minas más importantes, denominadas mina Robert y mina Luisa fueron explotadas por una compañía francesa desde mediados del siglo XIX y estuvieron activas hasta 1933. Contaban con un cable aéreo que bajaba el mineral por el valle de Barrosa hasta Parzán, en el fondo del valle, descendiendo más de 900 metros. Posteriormente, mediante otro cable aéreo el mineral ya tratado cruzaba la frontera por el puerto de Salcorz (2.464 m) hacia el lado francés donde se transportaba hacia su embarque en ferrocarril.

Para poder acceder a las minas hay que subir por la pista del Valle de Chisagüés (o pista de la Sierra de Ruego) desde Parzán, en un recorrido de no menos de 1 hora en 4×4 por una pista con unas vistas impresionantes, hasta cerca de la cumbre del Pico de Liena (2.604), en la pista transitable más alta del Pirineo. Nosotros tuvimos la suerte de poder visitar las minas con el Ayuntamiento de Bielsa (su entrada se encuentra cerrada por ambos lados) con motivo de analizar la viabilidad de un proyecto para su posible museización de cara realizar visitas turísticas. Las fotos son del verano de 2022, atravesando algunas de sus galerías de lado a lado de la montaña (unos 400 metros en las galerías a mayor altitud), donde se puede observar como se aprovechaba prácticamente la totalidad de los filones verticales, una explotación minera tradicional de cámaras verticales verdaderamente espectacular, en un entorno impresionante.

























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